El regalo más especial: una reliquia familiar
Hay piezas que tiene un valor sentimental mas grandes que otras. Esas piezas que te regala una persona especial o tienen una historia detrás que lo hace ser mas exclusivo y extraordinario.
Cuando tenía 15 años, mi abuela me obsequió este anillo como regalo de cumpleaños. Lo amé desde siempre, la amatista es una de mis piedras favoritas y es una piezas vintage única.
Mi abuela era amante de las joyas y desde pequeña siempre observé como eran parte de sus looks diarios, nunca salía sin sus aretes y siempre (hasta sus últimos días) quería tener algún collar que le colgara; lo que a veces me hace pensar que el estilo también se hereda.
Abuela y yo tuvimos nuestros momentos de desacuerdo, como cuando se negaba a aceptar que yo quería ser Diseñadora de Modas. Para ella, como para muchos, el hecho de estudiar moda significaba que nunca podría trabajar en este país y que las cosas siempre se me harían mas difícil que en otras carrera. Pero admito que tengo un temperamento y que cuando me propongo algo, hago lo imposible por lograrlo. Poco a poco ella fue aceptando mi decisión y hasta ideas de diseño me llego a dar, sin darse cuenta ella misma poseía una “diseñadora” dentro de si.
Ya Abuela no estará para ver mis otros grandes logros ni presenciar mis otros grandes triunfos pues en un mejor lugar esta. Pero cada vez que vuelva a usar este anillo recordaré la gran mujer, madre y abuela que siempre fue.